lunes, 17 de septiembre de 2012

El Rodeo


El  rodeo es el deporte nacional el cual encuentra su génesis en una tarea indispensable que realizaban jinetes criollos para los criadores de ganado vacuno, ya desde la Conquista, y que consistía en reunir y bajar el ganado desde la cordillera para apartarlo, marcarlo y beneficiar el que estaba apto para ello.
Los orígenes de nuestro deporte se remontan a una norma dispuesta por el Gobernador de Chile, don García Hurtado de Mendoza (1557-1561), oficial de caballería altamente capacitado en adiestramiento equino y juegos de destreza. El ordenó que el 25 de julio fiesta del Apóstol Santiago, patrono de la ciudad e incluso desde la víspera, se reuniera el ganado en lo que hoy es la Plaza de Armas de Santiago para ser marcado y seleccionado.
Posteriormente, y en cumplimiento de una ordenanza del Cabildo, se hizo obligatorio ese rodeo y aunque el escenario fue el mismo, se cambió para el 7 de octubre, día de San Marcos. El objetivo se mantenía, pero ya se comenzó a exigir que el traslado del ganado a los diferentes corrales, lo hicieran  jinetes en caballos especialmente adiestrados para dicha faena.

El Rodeo y su Organización como Expresión Deportiva
La Federación del Rodeo Chileno –como lo expresáramos anteriormente- nace del seno de la Asociación de Criadores de Caballares el 22 de mayo de 1961, tras separarse las instituciones debido al mayor auge de la competencia del rodeo y su contraposición con los intereses filosóficos de los criadores, formándose así la Federación del Rodeo Chileno que actualmente agrupa en sus registros más de diez mil socios.

Cada club debe tener, como mínimo, treinta socios y, por reglamento, deben efectuar, a lo menos, un rodeo durante la temporada oficial, actividades que culminan con el Campeonato Nacional de Rodeo, torneo que incluye el Campeonato Nacional de Movimiento a la Rienda en donde se mide la docilidad, agilidad y mansedumbre del caballo chileno en diez pruebas distintas. Ambas competencias, que se realizan en Rancagua, ya se han efectuado en cincuenta y ocho ocasiones.
La Federación del Rodeo Chileno posee una Medialuna Nacional en dicha ciudad, -inaugurada el 18 de abril de 1997-, durante la presidencia del criador y jinete Leonardo García Echavarri, obra arquitectónica de gran trascendencia ya que impulsa al deporte criollo nacional a este siglo XXI cimentado, además, en una organización sólida y perfecta infraestructura al contar, por medio de sus asociaciones regionales, con unas trescientas medialunas a lo largo del país.
En qué consiste el Rodeo y cómo son sus Puntajes
Este es un deporte que, como tal, tiene su propio reglamento. No resulta fácil dar una explicación sucinta que explique la esencia del rodeo ya que, la mejor forma de captarlo es mirando como se realiza, razón por la que incluimos una infografía que ayudará a su mejor entendimiento.
Toda la acción se efectúa en “la medialuna” que es un corral circular de veintidós metros y medio de radio el cual posee un pequeño corral interior ovalado, llamado “apiñadero”,  de trece metros en su parte más ancha con dos puertas de seis metros cada una en los extremos y en su esquina derecha una pequeña puerta llamada “toríl”, por el que aparecerá el novillo para ser corrido.
Dentro del “apiñadero” (nombre que viene desde los tiempos antiguos debido a que allí se apiñaban treinta novillos), se ubica la collera formada por dos jinetes y sus cabalgaduras.
Allí actúa un jinete “al arreo” que, como su nombre lo señala, es el encargado de animar al toro para que corra a gran velocidad; el otro, que va “a la mano”, es el que debe realizar la acción principal llamada “la atajada” y por la cual se otorgarán los puntos. En el apiñadero, la collera recibirá el novillo al que deberá darle dos vueltas al galope, dentro de ese recinto pequeño, las cuales sirven para ubicarlo en la dirección adecuada antes de tomar la carrera, labor que, si está bien hecha, otorgará un punto bueno.
Realizada esta acción, las puertas del apiñadero se abrirán tomando la collera y el novillo la pista, o “la carrera”. Ahí el jinete al arreo empujará al toro guiándolo para que el jinete “a la mano” allegue su cabalgadura en forma perpendicular al novillo debiendo hacer esta maniobra antes de la línea de postura, señal pintada en las tablas de la medialuna diez metros antes de llegar a la atajada; debe mantenerse apegado al vacuno y con su caballo ubicado perpendicularmente a éste hasta el momento de realizar la atajada. Esta acción consiste en detener el novillo, con los pechos del caballo, contra “la atajada”, o quinchas, que es un promontorio acolchado construido de preferencia con paja y recubierto en arpillera que asemeja una almohada. Esta atajada, o quincha, tiene un largo de doce metros y está diseñada para desestabilizar el toro sin hacerle daño alguno al momento de detenerlo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario