Los Chamantos De Doñihue

Hablar de Doñihue es hablar de chamantos porque  es en esta tierra donde se crea una de las artesanías chilenas más reconocidas a nivel mundial. El Barrio de las Chamanteras de Camarico es una de las localidades más antiguas de la comuna y donde se concentra esta actividad artesanal.

En medio de sus calles, donde se mantienen algunas construcciones de estilo colonial puedes descubrir las tradiciones de este pueblo y el arte inconfundible de la confección del chamanto una de los atuendos más característicos del huaso chileno. 

También puedes participar de la "Fiesta del Chacolí" y las "Fiestas Mirandinas". 

Doñihue también ofrece panoramas para la vida familiar, los balnearios ofrecen hermosos parajes, salones para eventos, piscinas con cristalinas aguas que brotan de vertientes, zonas de camping, cabañas y toboganes en medio de un paisaje rodeado de la más pura naturaleza y tradición campestre.

En el hermoso sector de Camarico, comuna de Doñihue, se encuentran las chamanteras, artesanas que han mantenido viva la tradición de las prendas huasas tejidas a lo largo de los años. De generación en generación le han ido transmitiendo los conocimientos necesarios, y el amor por las costumbres, a sus hijos, quienes hoy en día llevan el estandarte de una práctica que se niega a morir.

El chamanto de Doñihue tiene una tradición de aproximadamente 200 años y se originaría aparentemente de la visita de los Jesuitas y su arte de tejido en telar. Su naturaleza es única en el mundo, gracias a esto la comuna de Doñihue es reconocida internacionalmente gracias al trabajo de las artesanas del hilado, conocidas como chamanteras, que visten la elegancia del Huaso chileno. Desde sus inicios la tradición chamantera ha sido traspasada de generación en generación, generalmente entre familia de chamanteras, sin embargo, en el último tiempo la tradición corre el riesgo de perderse si no se interviene y apoya su trabajo.

Las chamanteras de Doñihue tienen la virtud de plasmar a través de sus tejidos todos los elementos que representan fielmente el espíritu del campo chileno. De esta manera en el chamanto cobran vida la parra, las espigas y copihues; y a través de la mezcla de colores blanco, azul y rojo dan presencia a nuestra bandera y permiten que el personaje típico chileno, el huaso, vista con orgullo el chamanto cuando está participando del rodeo, o cuando baila la cueca.